jueves, 1 de enero de 2009

AVISO A PERSONAS DE BIEN

Por favor, si por algún casual se cruza en su camino esta pareja de impresentables, dé parte INMEDIATAMENTE a las autoridades pertinentes. Distráiganles con un poco de vino y algo de comer y esperen....el mundo libre se lo agradecerá.

CYCLOTHERAPY

sábado, 27 de diciembre de 2008

AITOR ETA IÑIGO

Aunque jugando al mus son dos rivales irreconciliables, a la hora de pedalear, no se arreglan mal estos dos elementos. Uno vasco-catalán-argentino, el otro originario de las faldas del Gorbea. Escalador a la vieja usanza el primero, sprinter venido a menos el segundo.
Hace ya casi dos décadas que éstos dos pájaros se conocieron. Tal vez el hecho de que aquel primer encuentro fuera haciendo pira en el instituto explique muchos hechos posteriores.

El caso es que con el paso de los años, la curiosidad por conocer otros lugares y el ansia de viajar iban en aumento.

En un momento dado, la vida llevó a Galdos a Alemania y al Abuelo a Irlanda. Pero el exilio, lejos de calmar el síndrome de Marco Polo, no hizo más que agravarlo. Recorrer Cuba en bicicleta acabó por hacer el cuadro clínico irreversible.

Tomando unas cervezas en Beijing, después de haber atravesado Asia a lomos del transiberiano, se empezó a fraguar la idea de dejar las obligaciones laborales y la rutina del día a día a un lado y tomarse un año sabático.

No suelen llegar a buen puerto los proyectos que nacen bajo la influencia del alcohol, pero el caso es que éste fue cogiendo fuerza con el tiempo. Un boleto premiado del euromillón hubiera precipitado los acontecimientos, pero poco a poco, dando vueltas y vueltas a la idea y haciendo cálculos de ingeniería económica, vimos que al final era factible ese "sueño".

Y dicho "sueño" consiste concretamente en pasar una temporada viviendo como nómadas, pedaleando a través de Asia. Conociendo diferentes culturas, pueblos, gentes, paisajes... A un ritmo tranquilo, dando tiempo al tiempo para que sucedan las cosas. Sin ninguna prisa ni meta.

Llevando en un rincón de las alforjas, siempre a mano, un recuerdo de la gente que dejamos aquí, a la que vamos a echar realmente de menos.

Como decía nuestro querido Joe Strummer, "the future is unwritten"